
Hay que permitir que el alma sienta la pasión
para ser
para gritar...
para gemir...
y llorar sin parar
Así violentamos el deseo de posesión
de ansia insatisfecha
para recordar a la que de niño yo adoraba...
y me abandonó
Aquella maltrecha ilusión
de amor y dolor
que no puedo perdonar
porque mi corazón la amó y la odió
Sí era sólo mía
Solamente... mía
Y... de nadie más.
Juandiegouribe
18 de julio del 2002
18 de julio del 2002