miércoles, 10 de enero de 2001

Pejes de tabasco


En el lodo salitroso y desparpajado de los marginados, escribo. En este mundo contradictorio y desesperante donde fluye lo inefable, evidenciando nuestro arcoíris de carencias.

Con adjetivos calificativos, repetidos en letanía, atrapamos al ser humano, caracoleando el tiempo.

Rictus de dolor y fetidez. Fotografía muda del desorden, espero no me salpique el retumbante aullido de la desesperanza.

La información llega a los muertos, envuelta en paquetes de papel de china, que venden en las esquinas de la comodidad y la abundancia, y, nos hacen pensar…

Por un momento.

Juandiegouribe
10 de enero del 2001