jueves, 18 de julio de 2002

Soledad inconsciente


Hay que permitir que el alma sienta la pasión
para ser
para gritar...
para gemir...
y llorar sin parar

Así violentamos el deseo de posesión
de ansia insatisfecha
para recordar a la que de niño yo adoraba...
y me abandonó

Aquella maltrecha ilusión
de amor y dolor
que no puedo perdonar
porque mi corazón la amó y la odió

Sí era sólo mía

Solamente... mía

Y... de nadie más.

Juandiegouribe
18 de julio del 2002