viernes, 11 de enero de 2002

Tiempo sin fin


Ante mi pertinaz insistencia
tu mirada se iluminó de brillante esperanza
y mi cuerpo gallardo
enderezó su rumbo

Tu suave beso encendió mi fuego
mordí tus labios
y bebí de tu dulce aliento
se detuvo el tiempo

Miré tus ojos entreabiertos

Recuerdo que sentía el peso de tu cuerpo ausente

Tu y yo a solas
inmersos en el fluido sutil, invisible y elástico
que llena el espacio

Plenos

Tus manos y mis manos
cortaban el fruto del árbol prohibido
que mordisqueábamos juntos

Quejido tras quejido
se construye el paraíso

Los árboles y plantas del bosque
fueron testigos fieles
de nuestro embrujo ciego

De pronto,
el silencio estremeció al cielo
y comenzó a llover...

Llorabas...

Y luego gemías sin parar,
cuando a fuerza de besos abrí la fuente

Brotaron los fluidos,
nacieron los ríos y se llenaron los mares

¿Lo recuerdas?

Bien sabes que aun perdura
porque fue eterno
nunca hubo tiempo.

Juandiegouribe
11 de enero del 2002