miércoles, 1 de enero de 2003

Regocijo


Si en los templos
adoramos ciegamente
la imagen lastimosa de un
cristo crucificado
en la vida podemos abrazar
al cristo resucitado
de carne y hueso

Y así pasar de lo abstracto
a lo concreto
de la angustia del tormento
a la liberación de darse
y del miedo paralizante
al acto de amor espontáneo
feliz instante.

Para mi hermana Aurora
Juandiegouribe

enero del 2003


Opinión de
María Luisa Burillo: ¡Muy bueno!
Premio OCA 2005, Letras
.