viernes, 1 de septiembre de 2006

A la velocidad de la luz


La vida es movimiento
sin llegar nunca
a la velocidad de la luz

Es una restricción, sin excepción alguna
y tenemos el cuerpo como ancla

En cambio, al morir esta restricción desaparece
y nos convertimos en luz
al separarnos del cuerpo

Y así, sin materia, ni masa
viajamos a otro universo
a la velocidad de la luz

No olvidemos que desde el vientre materno
aprendimos a alucinar
nuestro cerebro es atraído por la luz
y decidimos salir del vientre

Esta es la vida evolutiva y su final feliz
por eso, la muerte es atractiva:
es otro parto

Es la fiesta de luz que nos fusiona a todos.

Juandiegouribe
septiembre del 2006

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