A las víctimas de
Acteal, Chiapas. México
Laboriosa abeja
libaba miel a delicada flor
ella, Equinacea purpurea o incarnata
con los pétalos caídos
y sus mejores colores
se dejaba poseer...
la abeja, sin nombre
no era reina, ni zángano vulgar
una obrera arrabalera
que cura con picar
¡Usted me picó!
gritó el sargento...
Así es, respondió la abeja
era tan sólo defensa...
sabedora de su muerte
al dejarle el aguijón
altanera y voladora
recordó de inmediato
la consigna del panal:
"picar, para morir"
El soldado furibundo
con bota dura
disparó sobre ella
la dobló el dolor
infinito silencio...
expiró.
Juandiegouribe
18 de marzo del 2009
23:33
18 de marzo del 2009
23:33
Juan Diego,
ResponderEliminarMe encantó esta poesía de la abeja. Te envío la mejor de las energías del universo para que recuperes tu salud. Gracias por abrir tu corazón y compartirlo con todos,es una ráfaga de aire fresco en medio de un mundo contaminado y caótico.
Que Dios te bendiga y a toda tu familia. Un abrazo para ti y para Josefina. TIA TRINI