Qué no diera yo
para que mis ojos saborearan
los dulces besos de mi amada
La beso con la mirada
pero mis pobres ojos
nunca sabrán
lo que experimentaron mis labios ansiosos
al ad-herirse en ella
por un solo beso ardiente
atemporal
Tal vez, por esta razón
los ojos prefieran
mantenerse cerrados
en estos momentos
permitir a mis labios ver
y escuchar el vibrante viento
con aroma de mar
en el atardecer iluminado y sonoro
sin aspa-vientos
Juandiegouribe
11 de Febrero del 2005
12:27
11 de Febrero del 2005
12:27
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