
La campanilla de la verja
poco obediente a la mano
prolongaba su repiqueteo
y siempre había que esperar
lo que ocasionaba una gran angustia
y un vago y anhelante temor
luego se oía crujir la arena
bajo la zapatillas de la criada
quería ver a su novia María
adoraba aquel nombre
hecho expresamente
para ser suspirado en un éxtasis
que parecía contener nubes de incienso
y alfombradas sendas de rosas
muy pronto en sus diálogos
hubo largos intervalos de silencio
algunas veces al mirarse
una especie de sensual rubor
les hacia enrojecer
era para ellos gozosa delicia
aspirar el húmedo perfume de las flores
brotaron los besos
los tiernos abrazos
el futuro se volvió presente
y se encendió el fuego
el bosque ardía en llamas
y se estrecharon los cuerpos.
Juandiegouribe
27 de febrero del 2009
12:22 horas
27 de febrero del 2009
12:22 horas
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