
Sí, usted me causa miedo
perdón si la ofendo
no podía decirlo ante tal hermosura
La señora cerró los ojos
lo miró sorprendida
disfrutaba la facilidad de su victoria
Las copas de los árboles del jardín
que temblaban suavemente
se aquietaron
Mientras, él se puso de rodillas
tomó su mano
y le juró un amor eterno
Convertido en otro hombre
adentrado en el mundo superior de los adulterios
disfrutaba ya de las intrigas
Bastaba con una mujer como ella
ávida de poder y de acción y casada
con un hombre mediocre
¡Nada le parecía imposible!
era capaz de entregarse
varias noches sin fatigarse
Su corazón desbordaba de orgullo
lo había logrado
por su rostro se respiraba un aire triunfal
El tiempo derretido a fuego lento
unió dos mundos desnudos
al abrazo del viento
Sus manos despertaron al tocar lo dormido
la respiración jadeante
y de pronto...
un quejido.
Juandiegouribe
28 de febrero del 2009
3:04 horas
28 de febrero del 2009
3:04 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario