sábado, 28 de febrero de 2009

Novela


Sí, usted me causa miedo
perdón si la ofendo
no podía decirlo ante tal hermosura

La señora cerró los ojos
lo miró sorprendida

disfrutaba la facilidad de su victoria

Las copas de los árboles del jardín
que temblaban suavemente

se aquietaron

Mientras, él se puso de rodillas
tomó su mano

y le juró un amor eterno

Convertido en otro hombre
adentrado en el mundo superior de los adulterios

disfrutaba ya de las intrigas

Bastaba con una mujer como ella
ávida de poder y de acción y casada

con un hombre mediocre

¡Nada le parecía imposible!
era capaz de entregarse

varias noches sin fatigarse

Su corazón desbordaba de orgullo
lo había logrado

por su rostro se respiraba un aire triunfal

El tiempo derretido a fuego lento
unió dos mundos desnudos

al abrazo del viento

Sus manos despertaron al tocar lo dormido
la respiración jadeante

y de pronto...

un quejido
.
Juandiegouribe
28 de febrero del 2009
3:04 horas

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