
Su vida austera
lo llevó a comprar la felicidad
es que estaba cansado de sus sufrimientos
y de sus sacrificios por un ideal
odiaba con odio arraigado, permanente al Poder
que le llenaba el corazón y alteraba su sensibilidad
era un fanático sin remedio alguno
y todas las mañanas se despertaba ilusionado
por una revolución, que en quince días
o en un mes cambiarían el mundo
descorazonado por la blandura de los demás
furioso por la falta de organización
decidió tomar las armas
y convertirse en guerrillero
y lo sorprendieron llevando pólvora...
Juandiegouribe
19 de febrero del 2009
18:44 horas
19 de febrero del 2009
18:44 horas
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